miércoles, 30 de marzo de 2011

La Nobleza en la edad Moderna


La prueba de ser noble
Hay pruebas para demostrar la pertenencia a la nobleza en España que son las siguientes (seguro hasta principios siglo XX):

El Título de su concesión: Prueba de posesión local acreditando que el pretendiente y su padre han estado en posesión de hijodalgo por espacio de 20

Prueba de posesión general: en que se ha demostrar de tres personas, el del pretendiente, su padre y su abuelo por igual tiempo de veinte años cumplidos y continuos

Prueba de propiedad posesoria: que se consigue probando la del pretendiente, padre y abuelo y la prueba de la inmemorial y se pide ejecutoria y se declara hijodalgo al pretendiente imponiendo perpetuo silencio a los contradictores.

Estamentos privilegiados y poder político
La nobleza y  el clero que formaban parte de las comunas de las ciudades, eran estamentos privilegiados porque tenían el derecho de participar en la Asamblea de los Estados. Esta institución estaba obligada a prestar consejo y ayuda al príncipe o al rey, quien podía reclamarla cuando los intereses del país lo hicieran necesario.
Además otros privilegios eran, por ejemplo, que la nobleza y parte del clero no estaban obligados a pagar impuestos; o que los burgueses de alguna región tenían algunas libertades y derechos que los príncipes debían respetar. Por esto, la relación entre la monarquía y los estamentos privilegiados fue diferente en cada Estado: dependió concretamente del grado de poder que tenía cada príncipe, cada nobleza y cada burguesía, y de la situación económica y social del país.
La Asamblea de los Estados no se reunía en forma continua sino cuando los príncipes la convocaban con el fin de tratar ciertos asuntos trascendentales para el país, como ser la creación de impuestos o de leyes. Estas asambleas tuvieron diferentes nombres según las regiones de Europa: Dietas en Alemania, Cortes en España, Parlamentos en Inglaterra, Estados Generales en Francia.

PRIVILEGIOS

Los privilegios con los que contaban los nobles, a través de todas sus épocas, pueden resumirse en los siguientes:
Eran poseedores de grandes extensiones de tierras, teniendo autoridad sobre los campesinos que trabajaban en ellas en calidad de vasallos, durante el régimen feudal. Algunos derechos feudales  van menguando durante la edad moderna, menguando más concretamente derechos que tengan más fijación con los derechos personales del campesino con el noble.

 No respondían con sus bienes como garantía por sus deudas, pero sí gozaban de sus rentas.
En caso de cometer delitos, eran juzgados por tribunales especiales a cargo del rey, y ocupaban cargos en la Corte, en la iglesia, y en el ejército.
Ocupaban lugares de honor cuando asistían a las ceremonias religiosas y podían ser enterrados en las iglesias. Tenían permitido portar espadas.
                                  
                                                                                                        Christopher Tye Martínez.

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