martes, 22 de marzo de 2011

POLANYI, SU PENSAMIENTO

El libro publicado en 1944 La gran transformación: Crítica del liberalismo económico (The Great Transformation: The Political and Economic Origins of Our Time) intenta explicar la gran crisis económica y social con la que, desde principios del siglo XX, concluyó en Occidente un periodo relativamente largo de paz y confianza en el librecambio. Concretamente, Polanyi busca las causas profundas de una amplia serie de conflictos y turbulencias que incluye dos guerras mundiales, la caída del patrón oro o el surgimiento de nuevos proyectos políticos totalitarios. En último término, La gran transformación caracteriza el liberalismo económico como un proyecto utópico cuya puesta en práctica habría destruido los cimientos materiales y políticos de la sociedad moderna. Metodológicamente, La gran transformación une datos económicos, sociológicos y antropológicos para analizar acontecimientos históricos de gran magnitud.
Un aspecto importante del pensamiento de Polanyi es la idea de que el capitalismo no ha liberado una tendencia natural al intercambio, sino que ha dado lugar a una sociedad históricamente exótica. En la sociedad moderna la economía se habría “independizado” del resto de instituciones sociales para después dominarlas progresivamente. En cambio, en la práctica totalidad de las sociedades tradicionales la economía estaría “empotrada” o “incrustada” en otras relaciones sociales, como las relaciones de parentesco o los fenómenos religiosos. Para Polanyi, los aspectos institucionales son cruciales en toda economía, en la medida en que aseguran la recurrencia de los movimientos económicos y dan unidad al sistema productivo.
Polanyi distingue entre los mercados, un fenómeno casi universal pero de importancia social marginal, y el moderno “sistema mercantil”, una novedad histórica que implica la integración de todos los mercados en una única economía nacional o internacional. Idealmente, en un sistema mercantil los mecanismos económicos funcionan sin la intervención consciente de la autoridad humana, no es preciso invocar más motivaciones económicas que el miedo al hambre y el deseo de ganancia y no se precisa otro requisito legal que la protección de la propiedad y el cumplimiento contractual. Sin embargo, para Polanyi se trata de un modelo impracticable que, en realidad, también requiere de una permanente asistencia institucional externa para su desarrollo y reproducción. La expansión generalizada del mercado sólo fue posible mediante el fortalecimiento de las instituciones políticas centrales. El éxito del mercado requirió una intensa regulación política, ya que los estados son mucho más efectivos que los empresarios a la hora de impulsar el comercio. Aún más, según Polanyi, las instituciones centralizadas tuvieron que encargarse de preservar la vida en la sociedad mercantil, recurrentemente abocada a la crisis material, psicológica y política.

Polanyi también analiza cómo se produce la circulación económica en las sociedades precapitalistas en las que la economía está incrustada en otras relaciones sociales. En estos sistemas, “las motivaciones individuales, definidas y articuladas, surgen como una norma de situaciones determinadas por hechos de orden extraeconómico (familiar, político o religioso). El lugar de la pequeña economía familiar es poco más que un punto de intersección entre líneas de actividades llevadas a cabo por grupos de parentesco más amplios en diversas localidades” .


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